¿Qué consejo le darías a tu yo más joven?
Le diría que no se pelee siempre con los poderosos. Que es importante buscar el camino por donde rodearlos, mirar por encima de ellos qué pasa del otro lado y cómo vas a llegar ahí. No tenés que lanzarte a pelear con todos porque eso no siempre funciona.
¿Por qué cosas solías pelearte?
Me dijeron tantas cosas jodidas. “¿Por qué no cantás como tal persona?”, “¿por qué no usás simplemente jeans y una remera?”. Llegué a decir: “Bueno, dale, cuando me hagan una lobotomía te aviso”. Había un tipo de una compañía discográfica que me dijo eso, después de mirarme las tetas con sus ojos de serpiente. Pero encontré aliados y otras personas que creían en lo que lo mismo que yo. Cuando te alineás con personas de ideas afines, las cosas van mejor.
¿Quiénes fueron los primeros héroes que te inspiraron?
Mi madre escuchaba musicales de Broadway todo el tiempo. Entonces apareció Funny Girl, así que pasaba el rato con Barbra [Streisand]. Cuando venís de una familia italiana, como yo, aprendés a hacer las tareas del hogar de inmediato. Ahí estaba, lavando la ropa con Barbra, cantando a todo pulmón. Una Navidad, mi primo nos regaló Meet the Beatles y Meet the Supremes. Y me encantaron. De pronto, había una diferencia entre la música de mi madre y la mía. En esos días, las estaciones de radio ponían todo junto: Sly and the Family Stone, luego a Sonny y Cher, luego Eric Clapton y Joan Baez y Otis Redding. Una maravillosa paleta de canciones.
¿Cómo empezaste a hacer música?
Me convertí en cantante folk y tocaba la guitarra, toda esa cosa rara. Era un alma perdida en la escuela secundaria; perdida en la música y el arte. Tuve que estudiar moda porque mi familia estaba en esa industria, cosían, cortaban. Pero yo quería cantar. Reprobé en la escuela y tomé muchos trabajos. Incluso trabajé en el hipódromo. Fracasé en todos. Viví muchas vidas antes de hacerme famosa. Siempre pensé que cantar rock & roll era muy difícil, sobre todo para una chica. Era algo solo de hombres, excepto por Janis Joplin, que desgarró su voz y bebía whisky. Janis y Grace Slick eran mis heroínas. Y Joni Mitchell, que vivió su vida como un hombre y escribió al respecto. Y pintó la portada de su álbum. Así que pensé: “Vaya, ella puede pintar, puede tocar, puede componer”. ¿No es perfecto? ¿No es esa la vida?
¿Cómo encontraste tu voz como cantante?
Fui a una audición, cometí un error y seguí adelante, porque, ya sabés: fuerte y mal, ¿verdad? Te equivocás, seguí firme. No podés cambiar. Tenés que quedarte ahí. Así que fui a cantar “I’ve Got to Use My Imagination”, de Gladys Knight, con una banda tributo. Estaba tan nerviosa que subí una octava. Ahora, de repente, salen estos sonidos que ni siquiera sabía que tenía. Miro las caras de los músicos durante la audición, pensando: “Vaya, si ustedes están sorprendidos, no se imaginan lo sorprendida que estoy yo”. Ese fue el comienzo del viaje. Perdí mi voz al principio. Pero es así, se pierde muchas veces a lo largo de toda la carrera. La primera vez que la perdí, el doctor me dijo: “Señorita Lauper, nunca podrá cantar rock & roll. Es malo para usted. Debería cantar country & western, como Dinah Shore”. Salí del consultorio como Bette Davis en Dark Victory.
Pero no te rendiste.
Nunca lo hago. Solía pasar por el correo, porque la banda ensayaba cerca. Decía: “Ni la lluvia ni la nieve ni el calor ni la oscuridad de la noche impiden que estos mensajeros completen rápidamente sus recorridos”.
¿Cuáles son tus reglas más importantes para la vida?
Tratá de ser amable con los que te rodean. Tenés que meditar, hacer ejercicio, intentar disfrutar de tu vida, porque es corta, y luego estás muerto. Es importante crear con alegría.
Siempre tuviste ese espíritu independiente. ¿Cómo lo has mantenido durante toda tu carrera?
Siempre tuve baja tolerancia a las tonterías.
The post Cindy Lauper: “Siempre pensé que cantar rock & roll era muy difícil, sobre todo para una chica” appeared first on Rolling Stone en Español.